Definitivamente, hablar es gratis. Prueba de ello son las declaraciones de Luís Juez en su último paso por Río Cuarto. El referente político y verbal del Partido Nuevo no cesa en su batería discursiva contra todos aquellos que no comulgan con sus ideas. Parece que lo diverso no se respeta, se combate.
En sus dichos a la prensa local, manifestó que odia “al pingüino”, en obvia alusión al ex presidente Kirchner. “Róbin me abandonó y Alfred se fue porque no le di aumento de sueldo”, en alusión a Giacomino y a los legisladores que pegaron el portazo tiempo atrás porque no les permitió aceptar el aumento en sus dietas. Da la sensación que éste “Batman” (el cordobés) es un tanto más autoritario que el que Marvel DC nos muestra a través de la perversa industria cinematográfica y del comic.
Pero claro, nuestro Bruno Díaz (porque llamarlo Bruce Wayne sería una ofensa contra el nombre original del Hombre-Murciélago), está empecinado en su lucha contra el mal. Claro, a este tipo de “mal” lo define él. Nos hace acordar al Bush que hace poco aparecía por CNN intentándonos convencer de que Bin Laden era el mismísimo demonio y que él (el propio George, justamente) encarnaba las fuerzas de la justicia que nos librarían de semejante dolor.
Con esa misma concepción, Juez ya se decidió por “Batichica”: Lilita está presta para combatir junto con él contra todos los malvados que pretendan destruir Ciudad Gótica. Además ha sumado (en su enfoque símil Liga de la Justicia, también de la Marvel DC) a otro héroe que no se sabe todavía si está más cerca de Superman o del Capitán América: el ex intendente cordobés se le pegó al santafesino Hermes Biner porque tiene la convicción de que lo puede rescatar del destino incierto que tiene en el corto plazo.
Biner sonríe para la foto, pero tampoco está del todo feliz con este Batman Endosado. Para justificar la causa, nuestro Bruno Díaz sentencia: “A Hermes también le robaron una elección para gobernador en su provincia tiempo atrás, sin embargo se sobrepuso y demostró de lo que es capaz. Yo voy por ese mismo camino. Quiero ser el gobernador de Córdoba en 2011”. Queda la sensación, ante tales enunciados, que lo motiva más un capricho de poder, que la real necesidad de servir a la sociedad.
Pero este Batman en algo coincide con el original. Tiene momentos contradictorios y de confusión. No por su conciencia que le reprocha el hacer justicia por mano propia, sino porque sus enemigos de ayer pasan a ser sus aliados y amigos de hoy. Ejemplo de ello es su relación con Negri. De defenestrarlo por entender que se alió con De la Sota para quitarle votos en la elección del recordado 2 de septiembre, pasó a abrazarlo arriba de un tractor cuando decidieron apoyar a “los paisanos del campo”, criticando a diestra y siniestra al Gobierno Nacional.
Más que Batman, nuestro héroe muchas veces se parece a “Dos Caras”.
*Nota de la Revista DE FRENTE