Escribe Delsio Evar Gamboa
La sangre derramada . . . ¿está siendo negociada?
Casi
en el mismo momento en que la
Argentina lograba en la Cumbre del Grupo Río (realizada en Cancún, Méjico) el apoyo irrestricto de 32
países latinoamericanos para rechazar la decisión unilateral de Gran Bretaña de
comenzar a explorar petróleo en las inmediaciones de las Islas Malvinas, y se
conocía el enérgico alegato del presidente Lula a las Naciones Unidas,
exigiendo el cumplimiento de las resoluciones sobre la descolonización del
archipiélago usurpado, un grupo de políticos argentinos visitaba el Foreign
Office (Ministerio de Relaciones Exteriores) de Inglaterra.
Además
del legislador de la UCR, Oscar
Aguad, integraron la comitiva los diputados nacionales Adrián Pérez de la Coalición Cívica, Paula Bertol del PRO, y el miembro del PJ disidente de Santa Fe Walter Agosto, que responde al senador Carlos Reutemann. También participó la
presidenta provisional del Senado mendocino, Miriam Gallardo.
Luego
de entrevistarse con el subsecretario de Estado Rankin, lo hicieron con el
subsecretario de Estado Parlamentario de la Cancillería británica,
Chris Bryant, quien les reiteró la posición del Reino Unido sobre las Islas
Malvinas, a las que llamó una y otra vez Falklands. Expresión que nuestros
dirigentes asintieron sin abrir la boca.
Lo
podrían haber corregido: Malvinas Sir . . . Malvinas. O Aguad
debió decirle que era íntimo de Menéndez -tiene fotos con él y todo- No, el “pintado”
ex gobernador de las Islas no . . . su primo Luciano Benjamín. A lo mejor caía
bien. Ya se sabe que: Entre piratas y asesinos/ siempre hubo buenas
migas/ la distancia los separa/ y la maldad los arrima . . .
Y no lo podrán negar, porque hay una foto así de grande en la que también
aparecen los súbditos de su Graciosa Majestad, que los deschava y va
directamente al prontuario.
A
todo esto, nuestros grandes medios de comunicación pertenecientes al monopolio multimediático,
así como ocultan el procesamiento, casualmente de Oscar
Aguad -antes de que prescriba la causa- por el faltante de 60 millones de
dólares que administró cuando era interventor con Ramón Mestre en Corrientes
durante el gobierno de de la Rúa,
también, como no podía ser de otra
manera, ignoraron maliciosamente todo lo referido a este
sospechoso viaje, llevado a cabo entre gallos y medianoche, y pagado por la Embajada británica. Ahora
lo sabe: ¡Saque Ud. sus propias conclusiones!
Este
gravísimo hecho, ocurrido en el momento de mayor tensión entre nuestro país y
los ingleses desde la Guerra
de Malvinas, demuestra irrefutablemente que estos “políticos” nuestros con esa
subrepticia visita a Londres, fueron a darle su implícito respaldo y a la vez, desacreditar la activa política exterior
argentina, apoyada por 32 países de Sudamérica, Centroamérica y el Caribe. Algo
que jamás en la historia de nuestros reclamos se había conseguido.
Por más que algunos consensuadores sólo lo califiquen
de “políticamente incorrecto” y por muchas disquisiciones o elucubraciones que
se hagan al respecto, esto no tiene otra lectura: es una operación política contra la soberanía argentina. Fueron a
decir “cuenten con nosotros”. Como
siempre lo ha hecho nuestra derecha vernácula, y no gratarola precisamente.
Lo que no es casual, porque viene a sumarse a la actitud
de la Sra Carrió que envió
cartas a todas las Embajadas extranjeras, convirtiéndose en el único caso en el
mundo en que una diputada nacional denuncia por esa vía a su propio país donde,
según ella, reina el autoritarismo, la represión y es violada la Constitución. Y
en las que, además, este obeso remedo de un patético Nostradamus Siglo XXI
vuelve a predecir, por enésima vez, los cataclismos que tanto desea. A más de acuseta . . . ¿les habrá
dicho también en la nota que ella tiene que ser presidenta porque habla con
Dios todas las noches?
Quizá
muchos se estén preguntando: ¿Estos no son los mismos que vemos en la Tele a toda hora hasta el
hartazgo predicando el patriotismo, el bien común, la ética como valor
intangible y todo eso que suena a música en los oídos? Y sí, son los mismos,
pero lo peor es que tienen pretensiones presidenciales . . . Si ahora fueron
con los pantalones y las polleras a medio bajar . . . ¿Se los imagina
gobernando?
Por
eso, sería un buen ejercicio de responsabilidad ciudadana retener y registrar muy
bien los nombres de estos personajes, para cuando tengan la desfachatez de
presentarse ante el electorado como adalides de los intereses nacionales, se
les recuerde que la sangre de los que quedaron en Malvinas defendiendo con su
vida el legítimo territorio de los argentinos, no será negociada por nada,
menos por un puñado de libras esterlinas.
Y
ahora que está a punto de conmemorarse un nuevo aniversario de aquella gesta
heroica, esta deleznable actitud no es precisamente el mejor homenaje que se le
pueda tributar a nuestros inolvidables héroes.
Porque
aquí o en la China,
eso se llama Traición a la Patria. Y
si por sus fueros legislativos la justicia no los puede tocar, . . . ¡La
ciudadanía, la historia y nuestros mártires, los van a juzgar!