Allá por el año 1947, se conoció la ahora célebre frase de
Mao Tse Sung que por los años setenta estaba en boca de gran parte de los
jovenes y formaba parte tanto de un taller literario como de un grupo militante,
un diario estudiantil o simplemente un graffiti escrito de noche y a los
apurones. La frase en cuestión rezaba: “El imperialismo y todos los
reaccionarios son tigres de papel”. Y no hace falta explicitar que en ella Mao incluye
a los reaccionarios para involucrarlos con la jauría de dominadores más feroces
y sus cómplices por interés o vocación, y que era un concepto esencial para
entender que quienes están contra el pueblo y parecen invencibles, en verdad
son vulnerables, que sólo por afuera aparentan ser un tigre.
No creo equivocarme al afirmar que si Mao viviera, y
estuviera hoy entre nosotros, para nada se opondría a que agregáramos al final
de la frase, luego de la palabra “papel” el vocablo “prensa”, con lo cual ahora
la frase rezaría: “El imperialismo y todos los reaccionarios son un tigre de
Papel…Prensa”.
En las
últimas décadas el tigre Papel Prensa infló su tamaño como un globo aerostático
lleno de gas, su tamaño se hizo impresionante y logró hacer creer su
preeminencia. A tal punto ha crecido que hoy tiene aliados con directorios prósperos y mensajeros fieles
y rentados. Todos ellos están entre nosotros y en posición de privilegio. Se
pavonean y presentan como muy poderosos, se organizan en manadas influyentes, rugen
amenazantes y lanzan dentelladas económicas y políticas. Pero son así sólo por
afuera: por dentro son de papel.
Papel
Prensa y sus apropiadores tienen porte de tigre pero son de papel. Hay periodistas furiosos que rugen como fieras
salvajes pero son tigres de papel. Los reaccionarios de la soja también son de
papel. Y son de papel los legisladores que viven acobardados por el tigre y sólo
maúllan o a lo sumo ladran en vez de rugir. Es bueno saber esto; es bueno para
no sentirse aterrados cuando se los ve avanzar enfurecidos, lanzando zarpazos y
dando dentelladas con ánimo carnívoro. Aun así, siendo de papel son peligrosos,
y no se los vence con un cortapapeles,
ni con una tijerita, ni con un fósforo. La mejor arma que tiene el pueblo para
hacer que abandonen la insolente fiereza que muestran desde la impunidad del
poder, es el voto. Porque es el voto lo que les obliga hacer streap tease y mostrarse desnudos frente
a todos. Porque cuando el pueblo decide vivir en democracia, el destino de los falsos
tigres es un simple cesto de papel. Acaso sea por eso que un periodista que hasta tiempo atrás
jugó un papel más o menos honroso dentro del periodismo, dijo estar de parte
del Grupo Clarín “porque Clarín es el más débil”. Y es posible que Jorge Lanata
tenga razón. Porque si no fuera que gracias a Hector Magnetto, Bartolomé Mitre,
Julio Peralta Ramos y la Junta
militar, o sea los “débiles” que filantrópicamente le compraron las acciones de
Papel Prensa a los Graiver, a lo mejor esa empresa se fundía. Y ¿qué hubiera
sido de la libertad de prensa sin Papel Prensa? Hasta es posible que los
modestos diarios del interior no fueran tan florecientes y libres de
extorsiones como son ahora. Y que gracias
al actual monopolio mediático la oposición puede oponer resistencia al
totalitarismo que clausura diarios, revistas, radios y canales de TV a troche y
moche. Y que los conductores de los noticieros y de los programas contra el
gobierno fueran cada vez más pobres, perseguidos, marginados como está
ocurriendo ahora, salvo con los 285 medios que tiene Clarín y los más de 90 que
son propiedad del diario La nación.
Por eso hay
que admirar la hidalguía republicana que Magneto y Mitre demostraron en aquella
época, que sin prejuicios contra los uniformes, y con ejemplar vocación
democrática, eligieron a los militares de la Dictadura para tenerlos
como socios de sus empresas. Y ni qué hablar del humanismo y la conmiseración con que fueron a pedir
clemencia para los Graiver cuando se enteraron que toda la familia estaba
amenazada. Y les dijeron a los militares: “No les hagan nada, pobrecitos.
Porque aun cuando sean judíos son de aquí, de villa Crespo. Y si los matan,
ustedes y nosotros nos vamos a quedar sin Papel Prensa. Así que mejor déjennos comprarle
la empresa, ya que nosotros tenemos los
mejores contadores y abogados y los Graiver están aterrados y fundidos. En esas
condiciones comprarles Papel Prensa es hacer un bien a la Patria”. Y La compraron
nomas. Y muy barata, según dicen las malas lenguas.
Y fue
también gracias a esos filántropos que la familia Graiver la sacó barata;
porque al fin y al cabo se salvaron todos, o casi. Y apenas si sufrieron una
que otra torturita como algunas sesiones de picana, un par de violaciones, unos
cuantos años de cárcel y otras pequeñeces por el estilo pero algunos sobrevivieron;
y ahora, en lugar de estar agradecidos, joden de puro ingratos. Qué deberían
decir entonces los treinta mil desaparecidos.
Ricardo
Alfonsín dice que le extraña que nunca se haya sabido nada de todo esto y que denunciarlo
ahora resulta sospechoso. Bueno, el hijito se olvidó que durante el gobierno de
su padre se realizó una investigación, llevada adelante por el Fiscal Ricardo
Molinas, que produjo un revelador informe sobre la oscura y atroz manera que
Papel Prensa terminó en manos de los tres diarios más afines a la Dictadura. Qué poca
memoria tiene Ricardito. Tampoco se acuerda de que el gobierno de De La Rúa les recortó los haberes a
los jubilados, y ahora él declama que “antes de perjudicar a los viejitos se
cortaría un testículo”.( Uno solo, quizá el único que tenga) Pero ¿De qué
viejitos habla Ricardo Alfonsin, de los jubilados o de los represores que están
siendo juzgados por crímenes de lesa humanidad? Por su parte Margarita
Stolbizer se corta la dubitación y piadosamente sale a decir que “Lidia Papaleo
miente por plata” y que “a lo mejor ni siquiera fue violada”. Y Lilita Carrió,
ni corta ni perezosa, se suma al periodista famoso y afirma que defenderá con
uñas y dientes a Clarín.
¡Ay
Ricardito! ¡Ay Margarita! ¡Ay Lilita! ¡Ay opositores varios! Que de repente se
han puesto del lado de los débiles para enfrentar a los poderosos: a las
Milagro Salas, a los Emilio Pérsico, a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a
los pibes que tomaron las escuelas en Capital Federal o a los aún más poderosos
beneficiarios de la
Asignación Universal por Hijo. ¿Tanto los excita estar a
favor de sus auspiciantes y en contra de quienes elaboraron el informe sobre
Papel Prensa que hoy está en la
Justicia y en el Congreso?
Si la
oposición “A”, la sojera, la del “Peornismo” y la de pinar y del glaciar llegaran
al Gobierno, seguro van a defender al más débil. Así Papel Prensa y el grupo
Clarín podrán seguir de lo más orondos, los periodistas ricos y famosos volverán
a estar más contentos y la oposición toda no perdería el auspicio que ahora tiene.